jueves, 23 de septiembre de 2010

Calendario de Adviento 2010



Ya se encuentran a la venta los Calendarios de Adviento 2010!

Siguiendo la antigua tradición, el Calendario cuenta con una ventanita para cada día de diciembre hasta Navidad, al abrirlas encontrarán distintos textos bíblicos. El Calendario está especialmente realizado para niños y niñas, pero sugerimos que lo compartan en familia y dediquen un momento del día para conversar sobre la Navidad que se acerca.

Gracias al aporte de la Comisión de Liturgia y Música de la iglesia, en la contratapa encontrarán un devocional para cada domingo de Adviento. Todas las ilustraciones fueron realizadas  por Isabel Graf.

Para realizar su pedido, escriba a educacion@ierp.org.ar

martes, 14 de septiembre de 2010

DECLARACIÓN: APORTES EN FAVOR DE UNA EDUCACION PARA LA INCLUSION SOCIAL


A los Presidentes de Iberoamérica en camino  a la XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno (Diciembre 2010 - Mar del Plata, Argentina) sobre Educación para la Inclusión Social
El Consejo Episcopal Latinoamericano -CELAM- y los representantes religiosos de América Latina y El Caribe firmantes manifiestan:
Señores y señoras Ministros de Educación de Iberoamérica, a través de ustedes saludamos a los Jefes de Estado y de Gobierno a quienes representan:
Cordiales saludos en el Señor.
Como obispos, pastores y líderes religiosos de América Latina y El Caribe, comprometidos históricamente con la vida digna de nuestros pueblos y con una auténtica democracia, consideramos de suma importancia la realización de la XX Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica, en la que han de darse pasos sustanciales para profundizar la cooperación entre los países en favor de la educación para la inclusión social.
La verdadera democracia supone la participación real del conjunto de los ciudadanos en la toma de decisiones que afectan a todos y para ello, es fundamental la educación, entendida no solamente como instrucción, sino como formación en valores y en responsabilidad, en lo que hoy se llama el empoderamiento de los ciudadanos para que lleguen a ser sujetos gestores de su propio destino. El recordado Papa Juan Pablo II nos dice en su Encíclica Centessimus Annus (1991) "La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes. Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana. Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas concretas, mediante la educación y la formación en los verdaderos ideales, así como de la «subjetividad» de la sociedad mediante la creación de estructuras de participación y de corresponsabilidad. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia." (n.46)
En el marco de las reflexiones introductorias precedentes, queremos aportar, a partir del acompañamiento que venimos haciendo en comunidades postergadas y excluidas de nuestros pueblos, y con la experiencia de trabajo de las comunidades religiosas dedicadas a la promoción humana a través de la educación. Por ello manifestamos lo siguiente:
I. La realidad de la educación en América Latina y El Caribe, nos interpela:
1.. En el escenario social actual de América Latina y El Caribe, la pobreza y la exclusión social son situaciones estructurales alarmantes. Los pobres son  explotados, oprimidos y marginados de la dinámica social; son ignorados y a quienes se les niega una vida digna; Se les considera sobrantes y desechables (Cfr. DA[1] n. 65).
2.. Es notorio que las tasas de mortalidad infantil en hogares con madres que sólo cuentan con primaria incompleta en la Región, duplican a las de hogares con madres con secundaria. Ello demuestra que existe una relación estrecha entre esperanza de vida y niveles de educación. Así mismo, las situaciones de mala nutrición infantil, que alcanza al 16% en la Región, tienen consecuencias en el desarrollo cognitivo,  generando, antecedentes potenciales de exclusión social y escolar que deben ser atendidos.
3.. Pese a los avances que se vienen logrando, los déficits en escolaridad son considerables. Seis millones de jóvenes entre 15 y 19 años no terminan la escuela primaria. Sólo el 43% de los niños la terminan a tiempo, en la edad y número de años previstos. No finalizan la secundaria el 70% en Guatemala, Honduras y Nicaragua, y el 50% en Bolivia, Brasil, Colombia, Panamá y Paraguay (Información de SERCE-UNESCO 2002/8).
4.. En la Región, de acuerdo con la fuente SERCE-UNESCO, el 20% de las escuelas no tienen agua potable, un 33% no tienen servicios higiénicos suficientes, un 47% carecen de bibliotecas, un 63% no cuentan con sala de computación y hay, en promedio, sólo, 16 computadoras por escuela. Un 66% de los adolescentes y jóvenes nunca usaron Internet, constituyendo una verdadera brecha tecnológica, limitando sustancialmente el acceso a la sociedad del conocimiento. Su Santidad Benedicto XVI nos recuerda que "La técnica -conviene subrayarlo- es un hecho profundamente humano, vinculado a la autonomía y libertad del hombre. Responde a la misma vocación del trabajo humano: en la técnica, vista como una obra del propio talento, el hombre se reconoce a sí mismo y realiza su propia humanidad" (CIV[2] 69).
5.. La cultura vigente, que con frecuencia desconoce muchos de los valores humanos y trascendentes, entre ellos la libertad, la responsabilidad ética y la solidaridad, no colabora, como se requeriría, en el respeto por la vida, la dignidad de la persona y la familia, dada la prioridad del Bien Común en la sociedad.
6.. Hay que reconocer que se han dado significativos avances en la Región en cuanto al acceso al sistema escolar, aunque no así en la calidad que estos sistemas de educación formal ofrecen. El sólo acceso y permanencia en el sistema no garantiza la calidad del aprendizaje. Es necesario renovar la Escuela desde los principios, valores y procedimientos pedagógicos que garanticen un desarrollo humano personal y comunitario. La escuela, como está hoy, resulta ser productora de mano de obra sin posibilidad de inserción laboral, generando una inmensa muchedumbre de desocupados. El modelo educativo muchas veces viene impuesto desde fuera sin tener en cuenta una de las grandes riquezas del Continente que es la diversidad cultural. En algunos países la escuela en las zonas rurales desarraiga a los jóvenes con un proceso urbanizante que favorece el éxodo hacia las grandes ciudades.
II. El valor de la educación, hoy
7.. La educación, vinculada al desarrollo integral de las personas, ofrece oportunidades de reafirmar su dignidad a quienes  han sido excluidos en la sociedad. Para ello es necesario pasar de la retórica de los discursos a la acción programada, ordenada y sostenida en el respeto y cuidado de la familia. La educación es necesaria en el proceso de socialización de las personas, como complemento a la familia, que es la que desempeña el papel principal e importante en mencionado proceso, entendido  como la transmisión de la cultura de una generación a otra y permite a la persona hacerse miembro de su propio grupo. La Educación debe ser considerada como resultante y causal, inmersa en la dinámica social como  promotora y receptora de todas las acciones humanas.
8.. Si bien no todos los problemas de la exclusión social pueden resolverse sólo desde el sistema escolar, , en el entendido que las acciones correspondientes de esta mejoran  el Sistema Educativo y la relación con su entorno social. La Educación debería ser un factor de cambio social muy significativo.
9.. La exclusión se acentúa cuando se dejan de lado los principios educativos generales en nombre de políticas meramente compensatorias, así como cuando se evidencia la ineficiente interacción entre ambas. La educación, como derecho humano fundamental, demanda un Estado que asuma su responsabilidad de promover la participación protagónica de la sociedad civil y de las familias. El sistema educativo requiere un verdadero cambio de estructuras orientadas a la inclusión social. La tendencia del mismo a alejar los sectores sociales y ahondar las desigualdades, debe combatirse con una cobertura universal de vivienda, salud y educación, dando oportunidad de servicios de calidad para todos.
10.. La Educación de la persona se realiza en diferentes espacios donde sea posible su formación integral (intelectual, ética, estética, espiritual, afectiva y corporal) y en ámbitos como los de la familia, la escuela, las comunidades de fe, los medios de comunicación y otros. Es muy importante reconocer las capacidades de aprendizaje que toda persona posee y tener en cuenta las condiciones educativas del entorno en el que viven.
11.. Las Políticas Educativas deben estar acompañadas coherentemente por otras Políticas Públicas que permitan la eficiencia y eficacia de otras acciones que consideren la necesidad de educar para el compromiso, para la justicia y la solidaridad; que tiendan a unir educación con hábito de trabajo, tal como es el caso del desarrollo de capacidades de adolescentes
y jóvenes.
12.. Considerar a la educación meramente como un "gasto" para la economía de los  países es no reconocer que es una inversión necesaria para sustentar el desarrollo de las naciones  y que en el siglo XXI resulta imprescindible.
13.. En esta tarea debe evidenciarse un diálogo democrático entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil que garantice una verdadera participación ciudadana. La participación de la sociedad en la Educación debe asumir un rol comprometido. En la articulación de acciones entre el Estado (Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y la sociedad
civil, es importante lograr una positiva complementación, que contemple  las características propias que definen  las propias identidades culturales. Al respecto nos dice el Papa Benedicto XVI en la reciente Encíclica Caritas in Veritate, "(.) es preciso escuchar la voz de las poblaciones interesadas y tener en cuenta su situación para poder interpretar de manera adecuada sus expectativas" (CIV 71).
III. En consideración de lo anterior, proponemos:
1.. Favorecer una renovación de la escuela, donde ésta  se acerque más a la realidad y se convierta en un  lugar de encuentro de personas, familias e instituciones. Que en ella  se revalorice la presencia activa y proactiva de los agentes (docentes, directivos, alumnos, padres de familia, etc.) como protagonistas del proceso de transformación social y desarrollo humano integral.
2.. Orientar la cultura escolar no sólo hacia la instrucción y el aprendizaje. Hay que promover dicha cultura escolar entendiéndola como forma de integrar criterios de enseñanza, de evaluación, formas de convivencia, vínculos con la familia y la comunidad, desarrollo de acciones deportivas, festivas y recreativas, expresiones artísticas. Se ha de favorecer el acceso a las nuevas tecnologías que requiere la sociedad del conocimiento. La delicada situación en la que se encuentra la educación hoy requiere una adecuada adaptación a las exigencias del cambio.
3.. Incrementar la universalización del acceso a la educación a todos los niveles, especialmente en el nivel Inicial y Secundario, teniendo especial atención a la primera infancia.
4.. Promover la educación permanente en tanto derecho de todos y para toda la vida. La interacción social debe dar cabida creativamente a nuevos espacios de aprendizajes diversos, teniendo en especial consideración la alfabetización en las diferentes edades. Asimismo, en tiempos de incertidumbre creciente, son necesarios los esfuerzos orientados a descubrir el sentido de la  vida y la calidad de la misma. Se debe reconocer y valorar  la madurez de la persona y la transmisión de la cultura de  generación en generación destacando el valor de la comunidad con equidad y justicia,  a la que pueden aportar los adultos mayores.
5.. Implementar acciones de calidad para la formación  de personas que promuevan la transformación de la sociedad, el cuidado de la ecología y el ambiente así como la inclusión social. La educación "debe insertarse en los problemas del tiempo en el que se desarrolla la vida del joven. De esta manera, las distintas disciplinas han de presentar no sólo un saber por adquirir, sino también valores por asimilar y verdades por descubrir" (DA 329).
6.. Cualificar la formación de docentes, para que respondan eficazmente al desarrollo de la educación intercultural e intracultural, en un proceso de diálogo e integración, que exige la complejidad del escenario latinoamericano y caribeño.
7.. Llevar a cabo políticas públicas eficaces para la redistribución de la riqueza y de los ingresos, que permitan a las familias obtener empleos dignos y muy especialmente el acceso a la seguridad social y la jubilación. Ello ayudará sustancialmente a lograr un entorno favorable a la  educación.
8.. Realizar un planeamiento estratégico a mediano y largo plazo que establezca prioridades educativas básicas, según la situación de cada pueblo.
9.. Establecer un Presupuesto Público mínimo, no menor del  6%  del PBI, destinado a la educación como política de Estado, así como una gestión eficiente y transparente del mismo, con adecuada rendición de cuentas a la sociedad.  
Muy apreciados señores y señoras Ministros de Educación de los Estados y Gobiernos de Iberoamérica, nos comprometemos a continuar con los esfuerzos educativos que venimos realizando desde nuestro rol y ofrecemos nuestra colaboración con los Estados para lograr las propuestas que estamos formulando y otras que sean de consenso y se sustenten en una cooperación democrática con la sociedad civil, expresión invalorable de la participación ciudadana a favor de la educación para la inclusión, en la perspectiva del desarrollo humano integral de nuestros pueblos.
Suscriben:
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO
CONSEJO LATINOAMERICANO DE IGLESIAS
COMITÉ LATINOAMERICANO DE LA CONF. MUNDIAL DE RELIGIONES POR LA PAZ
CONGRESO JUDIO LATINOAMERICANO
ORGANIZACION ISLAMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE

[1] DA: Documento final de la Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, Aparecida, Brasil, 2007  
[2]  CIV: Caritas in Veritate, Carta Encíclica de SS Benedicto XVI

lunes, 30 de agosto de 2010

Sobre la Ley de Libertad Religiosa


Federación Argentina de Iglesias Evangélicas
Inscripción en el Registro Nacional de Cultos N° 1040
Personería Jurídica N° 1651
Mercedes 149 (timbre 2) – Dirección provisoria
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
secretaria@faie.org.ar
www.faie.org.ar

Buenos Aires, 29 de agosto de 2010

Líneas de Trabajo Pastoral en Políticas Públicas en el área religiosa

No hay Libertad Religiosa sin Igualdad Religiosa

La defensa y promoción de la libertad religiosa y de la libertad de conciencia, suficientemente reconocidas y garantizadas a todas y todos los habitantes de la Republica Argentina por la Constitución Nacional, ha sido y es uno de los objetivos primordiales y razón de existencia y del accionar de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas. En toda su historia, esta Federación se ha opuesto a los diversos intentos legislativos de tutelar y limitar el pleno ejercicio de la libertad religiosa y de conciencia. Siempre hemos considerado esas propuestas como intentos de controlar, supervisar y hasta de coartar el accionar de las comunidades de fe en minoría y en diversidad. Sabemos muy bien que el ejercicio de esa libertad religiosa y de conciencia sólo será efectivo y podrá darse en plenitud cuando también alcancemos una democrática igualdad y equidad entre todas las convicciones religiosas, así como de quienes no profesan ninguna fe en particular. Esa igualdad tanto legal como culturalmente es hoy aún una aspiración. Será a partir del reconocimiento y la vigencia de esa igualdad religiosa individual e institucional, que podrá enriquecerse el debate de muchos otros temas que hacen al pleno ejercicio de los derechos de ciudadanía.

Fortalecer el derecho de ciudadanía

El Bicentenario de la gesta libertaria de aquellos hombres y mujeres que ayudaron a forjar nuestra nación en el contexto de la amplia patria sudamericana, nos ofrece un marco de reflexión en el camino de construir una sociedad más justa y superar las inequidades que han marcado nuestra historia como pueblo. Así, ofrecemos estas líneas como aporte para enriquecer nuestra sociedad, que busca solidariamente fortalecer tanto las libertades como las responsabilidades que hacen a un país que reconozca su pluralidad y diversidad como un don. Todas y todos los habitantes de nuestro país deben tener la posibilidad de escuchar la riqueza de tantas voces que aportan las diferentes comunidades de fe. Al igual que se ha hecho en otros espacios, es importante promover y facilitar que esta variedad de voces pueda alcanzar a toda la población, para que en los temas actualmente en debate en la agenda pública, no exista una voz hegemónica que pretenda hablar en nombre de todo el rico panorama religioso de nuestro país. Al mismo tiempo, la instalación del debate en el ámbito público nos permite soñar con que antes del 9 de julio del 2016 podremos vivir bajo una legislación que garantice la igualdad religiosa para todas y todos los habitantes de la República Argentina. Ha llegado el momento y es ahora el tiempo que la sociedad argentina está en condiciones de debatir el tema de la plena igualdad religiosa.

Las ambigüedades del Proyecto en discusión en la Cámara de Diputados de la Nación. Asimismo queremos advertir a toda la población y a las comunidades de fe de las contradicciones que encierra el proyecto de ley que se denomina: “De Libertad e Igualdad Religiosa” (Expediente No 1749-D-2010 y Tramite Parlamentario 028 [07/04/2010]). Su ambigua formulación por un lado parece asegurar el ejercicio de la libertad religiosa y un expreso reconocimiento de ciertas facultades de la misma, pero sin embargo mantiene, con un vocabulario actualizado, el objetivo de tutelar y limitar su plena e irrestricta vigencia. Le da al Poder Ejecutivo la facultad de controlar a las comunidades religiosas diferentes a la oficialmente reconocida, tal como lo hace la actual legislación, establecida por la última dictadura. Por lo demás, deja intacto el tema fundamental de la desigualdad religiosa. Más aún, profundizaría esa inequidad, pues sosteniendo a una sola Iglesia, es decir, la Iglesia Católica Romana, como persona de derecho público, frente al resto del mundo religioso, además diferencia entre iglesias y credos reconocidos y no reconocidos. Ejemplo de ello es la figura del “Consejo Asesor” estipulada en el Proyecto de Ley en discusión, pues da a los credos allí representados la posibilidad de erigirse en jueces o acusadores de otros credos, poniendo esta potestad en la órbita del Poder Ejecutivo, quebrantando así principios constitucionales.

Propuesta de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas

Los Códigos Civil y Penal son las herramientas aptas y suficientes que tiene el Estado para supervisar las actividades de todas y cada una de las personas y organizaciones que existen y actúan en nuestra realidad, tanto en el área religiosa como en el espacio de la sociedad en general. Es por ello que proponemos -en el contexto de un diálogo y debate amplio- que se derogue la Ley 21.745, establecida por la dictadura militar y que actualmente rige gran parte de las relaciones entre el Estado y las comunidades religiosas. Esta derogación y la consideración posterior de una nueva Legislación, si es que ello es realmente necesario, permitirían iniciar un debate serio, jerarquizado en sus contenidos, con tiempos generosos y plena participación de todos los actores interesados para producir propuestas superadoras. Entendemos que tal debate no puede tener como punto de partida la vigencia del actual Fichero de Cultos, o algo similar bajo otro nombre, sino una ponderación de las particularidades de la actividad religiosa y su función social, y así poner de manifiesto cuáles han de ser, en un país pluricultural y maduro, los derechos y responsabilidades que asisten a las organizaciones religiosas en tanto tales, si fueren propios o diferentes de los que rigen para otros espacios de nuestra sociedad.

No pretendemos privilegios pero si igualdad

Debe quedar muy claro que nuestra visión y misión es aportar a nuestro país en su Bicentenario la riqueza de vivir en un espacio de igualdad religiosa. Ello implica claramente que las comunidades que forman parte de esta Federación no buscan ni desean privilegio alguno. Somos conscientes de la diferencia entre derechos a los que no renunciamos y los privilegios que no buscamos. Entendemos el mensaje evangélico que nos anima, no como un reclamo de inmunidades o prerrogativas, sino como una expresión de amor, servicio y construcción conjunta en búsqueda de la verdad que haga más plena la vida de todos los seres humanos, en el respeto de la Creación en su integridad. Aspiramos a contribuir a un país más justo e igualitario, como ya muchas de nuestras comunidades lo hacen cada día y en cada lugar, trabajando en un plano de igualdad y estrecha cooperación con otras organizaciones de la sociedad civil. Es en función de esa comunión de ideales y propuestas que asumimos el compromiso de no pretender ningún privilegio, sino el de poder acompañar, en igualdad a nuestras amigas y amigos del ámbito religioso como así también de otros ámbitos, con quienes estamos construyendo un país cada vez más justo, solidario, fraterno y equitativo.

Por la Junta Directiva

Pastora Karin Krug, presidente

Lic. David Cela Heffel, secretario